27 de diciembre de 2012

ANTIGUAS COSTUMBRES...

Tendencias complicadas de compaginar…
Digo tendencias cuando tendría que decir antiguas costumbres…
Muchos de los que me conocen estarán poniendo el grito en el cielo cuando lean en mí blog que hablo mal de costumbres, muchas veces las reivindico, reclamo y exijo que vuelvan, sobretodo viejos valores que parece que han caducado en el ser humano, como la educación, el respeto, la ética y la moral. Otros les extrañará por mi juventud que reclame estas cosas pero no se equivoquen, adoro lo actual, me gusta el progreso y soy gran amante de aprender cosas nuevas aunque sea viejas para poder crecer como ser, lo que no me gusta es lo que algunos llaman super innovador, super moderno, super fashion, la palabra super ya tendría que hacer sospechar, yo lo llamo pasismo, es decir, a cosas que se pasan tres pueblos.
Me centro, de lo que vengo hablar hoy se centra en un solo tema que se convierte en muchos, el matrimonio, al acto de la boda, un evento que queriendo o sin querer se mezcla con la religió porque lo siguiente pregunta al decir, me caso, es: ¿por la iglesia?
En este tema, me quedan un poco lejos las viejas costumbre y espero no pecar(nunca mejor dicho) al decir que las veo muy retrogradas. Yo, mujer crecida en una familia mixta, es decir, padres ateos con abuelos muy católicos, he tenido la suerte de tener libertad en escoger alguna religión o ninguna. Desde bien pequeña escogí la última y hoy después de casi tres décadas me veo ahogada por este tema.
Resulta que ya no importa mi opinión, resulta que ya no importan mis principios porque para mí se trata de eso, respeto a quiénes les hace más fuertes sus creencias pero no comparto para nada el funcionamiento de la misma. Resulta que es más importante lo que quieran los demás vivir en tu boda(la mayoría ya han tenido una) que lo que quieras vivir tú. Resulta que me puedo traicionar a mí misma pero no a los demás. De hecho yo nunca desearía traicionar a nadie simplemente me quiero unir a mi pareja de una forma legal y a nuestra manera, sin presiones, sin obligaciones, sin falsedades, sin hipocresías… solo nosotros y los nuestros, sin juzgar a nadie por lo que crea y deje de creer, en lo que se haga y se deje de hacer… sólo nosotros y una unión que celebrar.
Parece que de momento todos los SIN quedarán en standby y nos quedamos nosotros SIN porque tanto plantear e intentar no decepcionar a nadie, casi decepciono a mí persona.
Tiempo al tiempo pero sobretodo nunca te traiciones a ti mismo.